ORACIONES Y ROSARIOS

miércoles, 20 de agosto de 2014

CORONILLA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL


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Coronilla de San Miguel Arcángel

ACTO DE CONTRICIÓN Y SUPLICA

Dios mío, me arrepiento de haberte ofendido porque eres infinitamente bueno y amable; y propongo firmemente, mediante tu Santa Gracia, no volver a ofenderte más, aún a costa de la vida. Señor por Tu infinito poder y virtud, y por los meritos de la pasión y muerte de Tu glorioso Hijo, te suplico tener limpio el corazón y la lengua dominada y hacer obras que te agraden. Amen

Se empieza la corona rezando en la medalla, la siguiente invocación:
V. ¡Dios mío, ¡ven en mi auxilio!
R. Señor, apresúrate a socorrerme.

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo
R. Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Primera Salutación

Dios mio Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de los Serafines, que Dios nuestro Señor prepare nuestras almas; y así recibir dignamente en nuestro corazones, el fuego de la caridad perfecta. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.
1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Segunda Salutación

Dios mío Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de los Querubines, que Dios nuestro Señor nos conceda la gracia de abandonar los caminos del pecado, y seguir el camino de la perfección cristiana. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.

1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Tercera Salutación

Dios mío Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de los Tronos, que Dios nuestro Señor derrame en nuestros corazones, el verdadero y sincero espíritu de humildad. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.
1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Cuarta Salutación

Dios mío Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de las Dominaciones, que Dios nuestro Señor nos conceda la gracia de controlar nuestros sentidos y así dominar nuestras pasiones. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.

1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Quinta Salutación

Dios mío Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de las Potestades, que Dios nuestro Señor proteja nuestras almas contra las asechanzas del demonio. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.
1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Sexta Salutación

Dios mío Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de las Virtudes, que Dios nuestro Señor nos conserve de todo mal y no nos deje caer en la tentación. Amén.

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.

1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Séptima Salutación

Dios mio Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de los Principados, que Dios nuestro Señor se digne llenar nuestras almas con el verdadero espíritu de obediencia. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.

1 Padre Nuestro
3 Ave María


Octava Salutación

Dios mío Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de los Arcángeles, que Dios nuestro Señor nos conceda la gracia de la perseverancia final en la fe y en las buenas obras; y así nos lleve a la gloria del Paraíso. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.
1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

Novena Salutación

Por la intercesión de San Miguel Arcángel y el Coro Celestial de los Ángeles, que Dios nuestro Señor nos conceda la gracia de ser protegidos por ellos, durante esta vida mortal y que nos guíen a la gloria eterna. Amén

V. San Miguel Arcángel defiéndenos en la lucha.
R. Para que no perezcamos en el tremendo juicio de Dios.

1 Padre Nuestro.
3 Ave María.

En seguida se rezan cuatro Padres Nuestros:

*El primero en honor a San Miguel Arcángel;
*El segundo a San Gabriel Arcángel;
*El tercero a San Rafael Arcángel;
* Y el cuarto a nuestro Ángel Custodio.


Antífona

Oh glorioso Príncipe San Miguel, jefe principal de la milicia celestial, guardián fidelísimo de las almas, vencedor eficaz de los espíritus rebeldes, fiel servidor en el palacio del rey Divino, sois nuestro admirable guía y conductor. Vos que brilláis con excelente resplandor y con virtud sobrehumana, libradnos de todo mal. Con plena confianza recurrimos a Vos. Asistidnos con vuestra afable protección, para que seamos más y más fieles al servicio de Dios todos los días de nuestra vida.

V. Rogad por nosotros, Oh glorioso San Miguel, Príncipe de la Iglesia de Jesucristo.
R. Para que seamos dignos de alcanzar sus promesas.

Oración

Omnipotente y Eterno Dios, Os adoramos y bendecimos. En vuestra maravillosa bondad, y con el misericordioso deseo de salvar las almas del género humano, habéis escogido al glorioso Arcángel San Miguel como príncipe de vuestra Iglesia.
Humildemente os suplicamos, Padre Celestial, que nos libréis de nuestros enemigos. En la hora de la muerte, no permitáis que ningún espíritu maligno se nos acerque, para perjudicar nuestras almas. Oh Dios y Señor nuestro, guiadnos por medio de este mismo Arcángel. Enviadle que nos conduzca a la presencia de vuestra Excelsa y Divina Majestad. Os lo pedimos por los méritos de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

Oh nobilísimo Príncipe de la jerarquía Angélica, valeroso guerrero del Altísimo, celoso defensor de la gloria del Señor, terror de los espíritus rebeldes, amor y delicia de todos los Ángeles justos, mi queridísimo Arcángel San Miguel, deseando formar parte del número de tus devotos y siervos, hoy a ti me consagro, me ofrezco y me entrego.

Coloco mi persona, mi trabajo, mi familia y todo lo que me pertenece bajo tu poderosísima protección. Es pequeño el ofrecimiento de mi servicio, siendo yo un miserable pecador, no obstante aceptas generosamente el ofrecimiento de mi corazón. Acuérdate que de hoy en adelante estoy bajo tu amparo y debes asistirme durante toda mi vida. Alcánzame el perdón para mis numerosos y graves pecados; la gracia de amar a Dios con todo mi corazón a mi muy querido Salvador Jesucristo, a mi Madre Santísima y a todos los hombres, mis hermanos, amados por el Padre y redimidos por el Hijo. Obtenme los auxilios que me hacen falta para alcanzar la corona de la eterna gloria.

Defiéndeme de los enemigos del alma, especialmente en la hora de la muerte. Oh Príncipe gloriosísimo, ven a asistirme en la última lucha, arroja lejos de mí y precipita en los abismos del Infierno al ángel soberbio y prevaricador que un día postraste en combate en el Cielo. En esa hora, San Miguel Arcángel, condúceme ante el trono de Dios para cantar contigo y con todos los Ángeles la alabanza, honor y gloria de Aquel que reina por todos los siglos. Amén.




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