Corona de los Corazones Unidos
Son 20 cuentas; cinco series; cada serie consta de un Padrenuestro y tres Avemarías. Al final, en la medalla, se reza la Oración a los Corazones Unidos para hacer la petición
- Meditación en Honor al Sagrado Corazón de Jesús
Yo invito a Mis hijos a comprender la inmensa profundidad y perfección contenida en el Corazón de Mi Hijo Querido. Permítanse ser atraídos a este Vaso de perfecto amor, misericordia y verdad. Dejen que la Llama de Su Corazón les consuma y les lleve a la más alta unión con la Santísima Trinidad. ¡A Él todo el honor y la gloria!
Jesús, otorga a Mis hijos hambre de salvación a través de la devoción a Tu Sacratísimo Corazón.
Un Padrenuestro, tres Avemarías.
- Meditación en Honor al Inmaculado Corazón de María
Inmaculado Corazón de María, eres el vaso más puro de la gracia, la definición misma de la santidad y una señal del Apocalipsis. María, Tu Corazón es el Refugio del Amor Santo, una señal de contradicción en esta era de maldad.
Querido Corazón de María, ha sido ordenado que la conversión y la paz del mundo sean confiadas a Ti. Sólo a través del Amor Santo se podrá ganar la batalla. Como Tú, Corazón de María, fuiste traspasado por muchas espadas, atraviesa nuestros corazones con la flecha encendida del Amor Santo. Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros.
Un Padrenuestro, tres Avemarías.
- Meditación sobre la Pasión de Nuestro Señor
Jesús estuvo dispuesto a morir por los pecados de la humanidad. Él murió por todos y cada uno de nosotros. De Su costado, aún hoy, fluye una fuente inagotable de Amor y Misericordia. No sean renuentes, como lo fue Simón, en abrazar las cruces que les son dadas. Muchos sufren las llamas eternas del infierno porque no hubo alguien dispuesto a sufrir por ellos.
Víctima Eterna, verdaderamente presente en los sagrarios del mundo, ruega por nosotros.
Un Padrenuestro, tres Avemarías.
- Meditación sobre los Dolores de María
Así como Mi Hijo sufrió por ustedes, Yo sufrí también, en Mi entendimiento, en Mi corazón y en Mi cuerpo. Mi cruz física quedó escondida. Mis cruces emocionales e intelectuales sólo pudieron suponerse, con intensidad ardían dentro de Mí. Igualmente, su sufrimiento debe permanecer oculto,
siempre que sea posible, para ganar méritos para las almas y gracias para el mundo.
Un Padrenuestro, tres Avemarías.
- En Expiación a los Corazones de Jesús y de María
Yo los invito a comprender que su “sí” en el momento presente al Amor Santo es expiación para Nuestros Corazones Unidos. Les digo esto, pequeños, porque vivir en Amor Santo en cada momento requiere una autodisciplina heroica y un rendirse a la Divina Voluntad de Dios a través del Amor Santo. Se pueden sacrificar muchas y grandes cosas: las posesiones, los acontecimientos y más, pero ninguna tan grande como la voluntad propia. Ésta es la mayor expiación.
Un Padrenuestro, tres Avemarías.
¡Oh Corazones Unidos de Jesús y María!, son toda gracia, toda misericordia, todo amor. Permitan que mi corazón esté unido a los Suyos, para que cada necesidad mía esté presente en Sus Corazones Unidos. Sobre todo, viertan sus gracias sobre esta necesidad en particular(mencione su necesidad). Ayúdenme a reconocer y a aceptar Su amorosa Voluntad en mi vida. Amén.
Promesas
El 29 de febrero de 1996, Nuestra Señora reitera las promesas de la Corona de los Corazones Unidos:
+ Mi Hijo promete que Él responderá a todas las peticiones entregadas a los Corazones Unidos.
+ Por medio de la oración de la Corona de los Corazones Unidos, se hará una recepción más ferviente del Santísimo Sacramento.
+ Los Corazones Unidos de Jesús y María son una fortaleza contra el mal.
+ Por medio de la oración de la Corona de los Corazones Unidos, se hará una recepción más ferviente del Santísimo Sacramento.
+ Los Corazones Unidos de Jesús y María son una fortaleza contra el mal.
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