LETANÍAS AL AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ

“REZAD, REZAD, REZAD SIN CESAR Y CON CONFIANZA”

(San José en Su Mensaje del día 16/03/03 en las Apariciones de Jacareí – SP)

Letanías al Amantísimo Corazón de San José

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, ten piedad de nosotros.

Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.     

Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.

Santa Trinidad, UN SOLO DIOS, ten piedad de nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, lleno de AMOR y Misericordia para con los pecadores, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, Guarda y Defensor de JESÚS y MARÍA,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, Templo de la Santísima Trinidad,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, terror de los demonios y destructor de las asechanzas del maligno, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, abrasado y consumido de AMOR por la SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, dilatado de AMOR por el NIÑO JESÚS,

rogad por nosotros.

 AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, Protector de la Santa Fe de la Iglesia Católica,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, Escudo y Padre Amorosísimo de los verdaderos devotos de María, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, defensor de los divulgan los MENSAJES de MARÍA SANTÍSIMA, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, modelo y luz de todas las almas que aspiran a la santidad, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, que pulsáis de ardiente AMOR por JESÚS y MARÍA,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, que aparecisteis en Jacareí abrasado en Llamas de Ardentísimo AMOR, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, nuestro MAESTRO Gloriosísimo en el “camino de la perfección”, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, nuestra AYUDA y nuestro SOCORRO en las tribulaciones, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, Protector y Sustentáculo de las familias,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, Preparador del TRIUNFO de los CORAZONES de JESÚS y MARÍA, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, nuestro Refugio en los ataques y asaltos del maligno,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, nuestra Paz y causa de nuestra alegría,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, traspasado por las espinas de nuestros pecados,

rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, que sufrís por el desprecio con que los hombres tratan a JESÚS y MARÍA, rogad por nosotros.

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, sufrís por el desprecio con que los hombres tratan a las APARICIONES de JESÚS y MARÍA, rogad por nosotros.

CORDERO de DIOS, que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.

CORDERO de DIOS, que quitas los pecados del mundo, óyenos Señor.

CORDERO de DIOS, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Oremos: DIOS Todopoderoso y Eterno, QUE FORMASTE el AMANTÍSIMO CORAZÓN de SAN JOSÉ, para AMAR, Defender y Guardar al NIÑO JESÚS y a la SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, y también para ser el Guía, Protector y MAESTRO de AMOR de todas las almas de buena voluntad, nosotros Os pedimos, que por la Poderosa Intercesión de este Mismo CORAZÓN, seamos libres de todos los males y pecados, y seamos conducidos al “Perfecto AMOR” a VOS, a VUESTRO HIJO, y a LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, para que, sirviendoOs fielmente en esta vida, por VUESTRA MISERICORDIA seamos admitidos en VUESTRA SANTÍSIMA PRESENCIA, y en la PRESENCIA de la SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, que REINA junto a VOS, y CON VOSOTROS, en la GLORIA ETERNA. Así sea.

  

Honrar los Dolores Secretos del Amantísimo Corazón de San José.

Honramos y Meditamos en el dolor del Amantísimo Corazón de San José, cuando en Belén no encontró lugar para Nuestra Señora dar a luz al Hijo de Dios.

Se reza: 1 Padre Nuestro – 1 Ave-María – 1 Gloria.

               Jaculatoria: Amantísimo Corazón de San José, rogad por nosotros.

(Obs.: San José prometió estar presente EN PERSONA en el día de la muerte de la persona que honre sus dolores fielmente todos los días y librarlo de los asaltos del demonio.) 

Honramos el Dolor de San José que todavía hoy sufre viendo la manera en que son despreciadas las Apariciones y Mensajes de Nuestra Señora en todo el mundo,

Se reza: 1 Padre Nuestro – 1 Ave-María – 1 Gloria.

               Jaculatoria: Amantísimo Corazón de San José, rogad por nosotros.

Oraciones y Jaculatorias dedicadas a San José.

Acordaos San José

Acordaos, oh castísimo esposo de la Virgen María y amable protector mío San José, que jamás se ha oído decir que ninguno haya invocado vuestra protección e implorado vuestro auxilio sin haber sido consolado. Lleno, pues, de confianza en vuestro poder, vengo a vuestra presencia y me encomiendo a Vos con todo fervor. No desechéis mis súplicas, Padre Adoptivo del Redentor, antes bien acogedlas propicio y dignaos acceder a ellas piadosamente. Amén.

Pidiendo la protección de San José

Oh, San José, patrono de las familias y de los trabajadores, Vos que amó y protegió a la Virgen María en los momentos alegres y en las angustias de Su Misión Materna, y amparó y guió los primeros pasos del Niño Jesús en la Tierra: ampáranos y guíanos en los caminos de nuestra vida en este mundo; y protégenos y ayúdanos también en nuestros trabajos, para que podamos ganar la vida con el sudor de nuestra frente y vivir en la alegría y en la paz en nuestras familias, haciendo siempre la voluntad de Dios. Amén

Por la Conversión de un Pecador

Oh Justo y Glorioso San José, yo Os recomiendo incesantemente la salvación del alma de …….. redimida a costa de la Preciosísima Sangre de Jesús. Vos sabéis, gran Santo, cuanto son infelices aquellos que, habiendo expulsado de su corazón al Divino Salvador, quedan expuestos a perderlo por toda la eternidad. No permitáis, pues, que esta alma que me es tan querida, quede por mucho separada de Jesús. Hacedle conocer los peligros que la amenazan. Hablad fuertemente a su corazón. Reconducid este hijo pródigo al seno del mejor de los padres y no lo dejéis sin haberle abierto las puertas del Cielo, dónde Os bendecirá eternamente por la felicidad que le tuvieres alcanzado. Amén

AMANTÍSIMO CORAZÓN DE SAN JOSÉ, DAD LA PAZ AL MUNDO.

San José, padre nutricio de Nuestro Señor Jesucristo y verdadero esposo de la Virgen María, rogad por nosotros.

Oración de Súplica

Glorioso San José, que fuisteis exaltado por el Eterno Padre, obedecido por el Verbo Encarnado, favorecido por el Espíritu Santo y amado por la Virgen María, alabo y bendigo a la Santísima Trinidad por los privilegios y méritos con que os enriqueció. Sois poderosísimo y jamás se oyó decir que alguien haya recurrido a Vos y fuese Vos desamparado, sois el Consolador de los afligidos, el amparo de los míseros y el abogado de los pecadores. Acoged pues con bondad paternal a quien os invoca con filial confianza y alcanzadme la gracia que os pido: ... (hacer el pedido). Yo os escojo como mi especial protector. Sed, después de Jesús y María, mi  consolación en esta tierra, mi refugio en las desgracias, mi guía en las incertidumbres, mi confort en las tribulaciones, mi padre solícito en todas las necesidades. Obtenme finalmente,  como corona de vuestros favores una buena y santa muerte en la gracia de Nuestro Señor. Así sea.

San José Patrono de la Iglesia

Oh San José, Patrono de la Iglesia, Vos que al lado del Verbo Encarnado, trabajaste todos los días para ganar el pan, sacando de él la fuerza para vivir y trabajar, vos que probaste la preocupación del mañana, la amargura de la pobreza, la precariedad del trabajo, vos que irradias el ejemplo de vuestra figura, humilde delante de los hombres, pero grandísima delante de Dios, mirad la inmensa familia que os es confiada. Bendecid la Iglesia, sustentándola siempre más en el camino de la fidelidad evangélica, proteged los trabajadores en su dura existencia cotidiana, defendiéndolos del desánimo, de la revolución negativa, como de la tentación del hedonismo, interceded por los pobres, que continúan en la tierra la pobreza de Cristo, suscitando para ellos las continuas providencias de sus hermanos más dotados guardad la Paz del mundo, aquella Paz que sólo puede garantizar el desenvolvimiento de los pueblos y el pleno cumplimiento de las esperanzas humanas, para el bien de la humanidad, para la misión de la Iglesia, para la gloria de la Santísima Trinidad, Amén.

A San José

Tú, Santísimo Patriarca, jefe de la trinidad terrestre, amparo de los débiles y consolador de los afligidos, dignaos escuchar mis humildes súplicas, y alcanzadme la gracia que pido y espero de vuestra protección. ¿A quién sino a Vos recurría Jesús, cuando en la tierra necesitaba alguna cosa? ¿Y que nombre invocaba cuando se veía en algún peligro, sino el vuestro, poderosísimo y admirable José? En Vos, esposo de la Reina de los cielos, padre nutricio de Dios hecho hombre, tenía toda su confianza Nuestra Señora, cuando vivía en este mundo. Bien sabemos que no os falta ahora el poder que tenéis desde el principio, sino que en el cielo todavía os fue acrecentado, por lo tanto espero con toda confianza ser atendido en mis súplicas, y que también me alcancéis la gracia de disfrutar de este estímulo.

Ave San José

Ave San José, Elegido de la Gracia, el Señor es Contigo. Bendito sois Vos entre los hombres y bendito es vuestro Amantísimo Corazón, amparo y corredentor con Jesús y María. San José, Padre Adoptivo de Dios y padre nuestro, asistidnos a nosotros pecadores ahora y en nuestra última hora. Amén.

Gloriosísimo San José, amado y distinguido por la Santísima Trinidad, que en Vos tiene todas sus delicias, obedecido y respetado por el mismo Unigénito de Dios que os llamó su Padre, y escuchado con respeto y sumisión por la Reina de los Ángeles y de los Santos, venimos a vuestra presencia a suplicaros que no desatendáis nuestras súplicas. Venimos hoy, y esperamos volver todos los días de este mes llenos de confianza en vuestra extraordinaria protección; haced que cada día nos retiremos consolados y volvamos al siguiente con mayor confianza a la vista de las gracias alcanzadas. No os falta poder, porque en vuestras manos dejó el Omnipotente nuestra salvación, amor también no os falta porque somos los hijos de María y los hermanos de Jesús y por lo tanto vuestros hijos también. No sean obstáculos nuestras faltas e imperfecciones a vuestra gran misericordia; si nuestros pecados nos hacen indignos de sernos oídos, vuestro amor y vuestra bondad son inmensamente mayores, y no nos desatenderéis. Óyenos, San José, en Vos esperamos. No seremos confundidos. Amén

Oración a San José de San Clemente

San José, mi tierno Padre, me pongo para siempre sobre vuestra protección; consideradme como vuestro hijo y preservadme de todo pecado. Me lanzo en vuestros brazos para que me acompañéis en el camino de la virtud y me asistáis en la hora de mi muerte.

Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía.

Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.

Jesús, José y María, expire en Paz entre vosotros el alma mía.

San José, que moriste en los brazos de Jesús y María, mi amable protector, socorredme en todas las necesidades y peligros de la vida, pero, principalmente en la hora suprema, ven a suavizar mis dolores, enjugar mis lágrimas, cerrar suavemente mis ojos, mientras pronuncie los dulcísimos nombres: Jesús, María, José salvad el alma mía. Amén.

A Vos, San José, recurrimos en nuestra tribulación. Apartad lejos de nosotros, oh Padre Amantísimo, la peste del error y del vicio. Asistidnos de lo alto del cielo, oh nuestro fortísimo sustentáculo, en la lucha contra el poder de las tinieblas y así como otrora, salvaste de la muerte la vida amenazada del niño Jesús, así también defended ahora la Santa Iglesia de Dios contra las emboscadas de sus enemigos y contra toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros para que podamos por vuestro poderoso patrocinio vivir virtuosamente, piadosamente morir y alcanzar, en el cielo, la eterna bienaventuranza.

Oh San José, concedednos una vida pura.

San José, rogad por nosotros y por toda la humanidad. Amén.

Glorioso San José, rogad por nosotros.

Oración de Consagración a San José

Postrados a vuestros pies, henos aquí, gloriosísimo San José. Injusto sería no reconocer los sin número de beneficios que de Vos recibimos, oscura ingratitud dejar de manifestaros nuestro reconocimiento. ¿Qué haremos nosotros y que os daremos, pobres y sin méritos como somos? Esto mismo es lo que venimos a ofreceros. Nada valemos, nada podemos, pero lo que tenemos, nuestra vida, nuestras fuerzas, nuestra actividad o al menos nuestro buen deseo, eso os ofrecemos, de ahora en adelante nos proponemos consagrarnos enteramente a vuestro servicio, y trabajaremos cuanto de nosotros dependa, para que seáis por todos conocido y amado, y se propague siempre más lustra devoción, para que sean siempre más numerosos los que os honren y participen de vuestras gracias. Somos débiles e inconstantes, bien sabemos y lloramos, pero por eso mismo venimos a Vos, para que intercedáis por nosotros y alcancéis de Dios la gracia y la perseverancia en ella. Acordaos que jamás se ha oído decir que  ninguno haya implorado vuestro auxilio, y no fuese por Vos consolado; acogednos, aceptadnos ahora por vuestros siervos y por vuestros compañeros e hijos en el Cielo. Amén.